La prebostad de Lekeitio en manos de los Adán de
Yarza (I)
Con un corto
margen de error se puede hacer una lista de los jefes del linaje Adán de Yarza
que ocuparon el oficio de preboste:
1º-Rodrigo Adán de Yarza.- Estaba
bien entrado el siglo XIV, cuando el 31 de julio de 1321, en Gernika, figura
como cabeza de linaje Rodrigo Adán de Yarza, quien, como Alcalde del Fuero de
Bizkaia actuó de mediador en la concertación de treguas entre el linaje de
Leguizamón y la Villa
de Bilbao. Aparece en la documentación de 1321 a 1356.
Este era hijo o nieto de Adán
de Yarza, primer miembro
del linaje que por los documentos conocemos, quien a fines del siglo XIII, el
13 de octubre de 1281 en Estella, aparece formando parte del grupo de
caballeros más destacados que, conjuntamente con el Señor de Bizkaia Lope Díaz
de Haro, se comprometió en el pleito homenaje hecho al rey de Francia.
2º-Adán de Yarza.- Está
documentado en 1368 como Adán de Yarza preboste
por nuestro señor el conde don Tello, el cual aparece como testigo en la
fundación del convento de monjas predicaderas
de la villa, primer convento de Santo Domingo. Aparece en la
documentación hasta 1371. Ocupaba también el oficio de Alcalde del Fuero de
Bizkaia.
3º-Martín Adán de Yarza.- En 1381, un Martín Adán de Yarza actuó de Alcalde de Bizkaia en un conflicto entre los labradores de Busturia y
Markina con los vecinos de Errigoiti.
4º-Adán el viejo.- Heredó el solar de Yarza y tuvo, por
lo que se sabe, tres hijos, 1) Adán el joven que heredo el solar de Yarza, muerto en 1395, 2) Sancho que murió en
1417, y 3) Fernando que murió también en 1417.
En 1374, se hace mención de un
Sancho Adán de Yarza que actúa como alcalde de la villa de Lekeitio en el
litigio que sostuvo esta con la villa de Ondarroa sobre los límites de cada una
de ellas. Puede tratarse de uno de los hijos de Adán el viejo.
Adán el viejo era patrono de San Miguel de Ereño, en 1383, con los 300 maravedís de
su renta, de modo que su área de influencia llegaba hasta muy cerca de la zona
dominada por el linaje de Arteaga, con el que los Yarza protagonizaron varios
conflictos armados.
En 1384 actúa como Alcalde del
Fuero de Bizkaia en compañía de todos los demás alcaldes, fallando en favor de
la villa de Lekeitio en el pleito con los vecinos de Amallo sobre límites y
aprovechamiento de los montes, hallándose entre los testigos Sancho Adán de
Yarza, que sería el anteriormente citado.
En compañía de su esposa Milia Fernandez
aparece, en 1391, en la escritura de compraventa de un manzanal en Zerenga.
5º-Adán el joven.- Hijo de Adán el viejo. Hermano de Sancho y Fernando, muertos en 1417. Heredero
del solar de Yarza.
En
1395 se produjo un grave enfrentamiento entre los linajes de Aranzibia y Adán
de Yarza. Adán el viejo y su hijo Adán el joven mataron a Pedro Ortiz de Aranzibia,
hijo de Fortun García de Arteaga, estando juntos construyendo unas aceñas que
poseían a medias en el río Manchoran, situado en la frontera jurisdiccional
entre Ondarroa y Lekeitio. Esta muerte originó una guerra permanente de acoso,
de modo que, continuando la guerra en la comarca, Adán el joven, el hijo heredero de Adán el viejo murio moço de una ferida en pelea.
La
guerra de linajes se recrudeció aun más adentrándose en el siglo XV, en que en el año 1414, el rico
mercader Lekeitiano Martín Pérez de Likona, se levantó contra el poder del
preboste, organizando una parcialidad propia en la villa que era favorable al
bando de los Arteaga y, en un combate dentro de la villa, murió el nieto
heredero de Adán el viejo, Rodrigo,
al pasarle una saeta la loriga de malla atravesándole el pecho.
Los familiares del muerto
entonces, con los de Aulesti y Muxika, cercaron la casa de Likona con intención
de quemarla con ellos dentro. Mientras tanto llegaron refuerzos de Arteaga que
rompieron la puerta de la villa, y la pelea se avivó por el auxilio llegado
tanto de la parte de Fortun García, como de la de Juan Alonso de Muxika hacia
los Yarza. Hasta que finalmente el corregidor Moro y el señor de Muñatones
pactaron las condiciones de la tregua.
Por las treguas, Martín Pérez de
Likona tuvo que abandonar la villa de Lekeitio, trasladándose a vivir a
Ondarroa. Fue quizá entonces cuando los Yarza fueron obligados a abandonar la
torre del puerto para residir en la de Zubieta, fuera de los muros de la villa.
En
1417, la enemistad con Aranzibia se reavivó por segunda vez y, como en 1395,
los dos bandos lucharon en Manchoran,
durando la pelea casi todo el día, hasta que al atardecer los Yarza fueron
empujados hasta un cerro cercano dejando muertos entre otros a Sancho y
Fernando, hijos de Adán el viejo.
En los siguientes veinte años no hay otras
noticias, aparte de que, en fecha desconocida, falleció Adán el Viejo y le sucedió Juan García de Yarza, posiblemente nieto suyo.
6º-Juan García de Yarza.- Sucesor del anterior, seguramente era hijo de Adán el
joven y nieto de Adán el viejo. Aparece en la documentación
de 1442 a1464.
Casado
con Jurdana Martínez de Ariscuren, tuvieron solamente hijas: 1º María Ochoa de
Zubieta que casó con Ochoa López de Unzueta, hijo de Lope de Unzueta, y
heredaron los solares de Yarza y Zubieta, 2º Catalina Ybañez de Zubieta que
casó con Lope de Unzueta el mozo, hijo también de Lope de Unzueta, y
heredaron el solar de Unzueta de Eibar. Se casaron estas dos hermanas con dos
hijos de Lope de Unzueta, señor del solar de los Unzueta de Eibar. El contrato
matrimonial fue otorgado en Lekeitio a 27 de junio de 1459.
Sabino
Aguirre Gandarias documenta otra hija de Juan García de Yarza que casó con el
lekeitiano Martín Pérez de Licona.
En
1442, según cédula de Juan II de 6 de mayo, en Lekeitio se propagó un gran
incendio, que arrasó por completo sus 300 casas, y entre ellas la ya vieja
parroquia de Santa María, fue quizá entonces cuando se construyó la torre de
Zubieta en las afueras de la villa, desplazándose a ella los Adán de Yarza.
En
agosto de 1448, los de Arteaga y Aranzibia
ayudados por los Albiz y Belendiz, cercaron y tomaron la casa fuerte de
Zubieta, la cual por algún tiempo estuvo
retenida por sus agresores, mientras que la villa de Lekeitio era descercada por expresa orden
real fechada en Navarrete a 12 de septiembre. Esta es la primera noticia que se
tiene de la existencia de la torre de Zubieta.
La Hermandad
de Bizkaia, en castigo por la guerra interminable entre linajes hizo quemar en
1450 las casa fuertes de los linajes más implicados en dicha guerra, en las
merindades de Busturia, Zornotza y Arratia, entre ellas la de Juan García en
Zubieta.
Juan García de Yarza falleció en
1464 y, las rentas que él tenía por merced real, pasaron mediante carta vizcaína a sus yernos Ochoa López
de Yarza y Martín Pérez de Likona.
7º-Ochoa
López de Yarza / María Ochoa de Zubieta.- Por contrato matrimonial
otorgado en 1459, María Ochoa de Zubieta, hija de Juan García de Yarza y de
Jurdana Martínez de Ariskuren, casó con Ochoa López de Unzueta, hijo de Lope de
Unzueta, y heredaron los solares de Yarza y Zubieta. Tuvieron, que se sepa,
cuatro hijos, 1º Rodrigo Adán de Yarza, heredero de los solares de Yarza y
Zubieta, 2º Ochoa de Unzueta y Yarza, 3º Lope García de Yarza, y 4º Fernando de
Zubieta, clérigo.
Ochoa López de Unzueta, al
convertirse en señor de los solares de Yarza y Zubieta, pasó a utilizar el
apellido de este linaje, llamándose desde entonces Ochoa López de Yarza.
Ochoa López de Yarza caía
prisionero en la batalla de Errenteri de Gernika en 1466.
En
1468, moría Ochoa López de Yarza en la batalla de Elorrio, durante la guerra
que sus parientes de Zaldíbar habían desatado en la merindad de Durango.
8º-Rodrigo
Adán de Yarza.- Hijo mayor de Ochoa López de Yarza; al convertirse en
señor de Yarza y Zubieta utilizó en primer lugar el apellido del linaje de Yarza.
Casó
con María de Muncharaz, dama de Isabel la Católica , tuvieron, que se sepa, tres hijos, 1º
Francisco Adán de Yarza, heredero de los solares de Yarza y Zubieta, 2º Juan
García de Yarza casado con Catalina Martínez de Arteyta, y 3º Antonio de Yarza.
Rodrigo Adán de Yarza, recibió,
por carta vizcaína de 14 de julio de 1468, como todo heredero del
solar de Yarza, diez mil doscientos maravedís situados concretamente en “5 mill maravedís en la prebostad de
Lequeitio con el peaje; dos mil en la rueda de Enmedio, que es en la artiga de
Lequeitio; dos mil en el monasterio de S. Miguel de Ereño; 1200 en los
labradores de Igotz, Zornotza y Gerrikaitz, y los mortuorios poblados ”. Asimismo,
el rey, por medio de un albalá, de 12 de julio de 1468 y adjunto a la
mencionada carta vizcaína, le nombra su vasallo y le hace merced de ”los dichos dies mill e dosientos maravedis
de tierra para la dicha una lança e dies vallesteros, e los dichos dos mill e
quinientos maravedis, de los dichos mis libros e nominas de las mercedes de por
vida, e los pongades e asentades en ellos al dicho Rodrigo Adan de Yarza, para
que aya e tenga de mi todos los dichos maravedis de tierra e merçed, situados
señaladamente en las rentas e logares que el dicho Ochoa Lopes su padre los de
mi avia e tennia”.
En 1473 aparece Rodrigo Adán de
Yarza en las reuniones que celebró el concejo de Lekeitio para acordar sobre la
forma de cobrar la maquillas de las moliendas que se hacían en los molinos de la jurisdicción de la villa de
Lekeitio. Siendo testigo de ello Martín García de Yarza, seguramente pariente de Rodrigo.
El 30 de julio de 1476, el
preboste Rodrigo Adán de Yarza, asistió a la jura del Señor consorte de
Bizkaia, Fernando el Católico, así como su cercano pariente paterno, Lope de
Unzueta.
En 1484 se produjo en Lekeitio
un hecho sumamente desagradable entre las familias Adán de Yarza e Ibáñez de la Rentería , del cual se
presentó denuncia por parte de los Ibáñez de la Rentería contra los Adán
de Yarza.
Lope García de Yarza, hermano de
Rodrigo Adán de Yarza señor de Yarza y Zubieta, pretendía casarse con María
Pérez de Alday, hija única de Pedro Ibáñez de la Rentería y de Catalina de
Gabiola. Los Ibáñez de la
Rentería aducían que no querían casar a su única hija con un pariente mayor ni con nadie de su
parentela, que para su hija querían a alguien de su condición, por lo cual
tenían concertado matrimonio para su hija con Martín Pérez de Ormaegui,
escribano y vecino de la villa de Lekeitio.
De la mencionada denuncia se
desprende que, al ser rechazado Lope García de Yarza por los Ibáñez de la Rentería , los Adán de
Yarza amenazaron con tomar por la fuerza a su hija Mª Pérez de Alday para
casarla con su pariente. Las amenazas se vieron cumplidas un día de septiembre
de 1484 en que, Lope García de Yarza y Fernando de Zubieta aconsejados por su
hermano Rodrigo Adán de Yarza y apoyados por sus criados, irrumpiendo en un
vergel cercano a la villa de Lekeitio en el que se encontraban Catalina de
Gabiola y su hija Mª Pérez de Alday, agarraron a Mª Pérez de Alday e intentaron
llevársela por la fuerza, cosa que no consiguieron por que muchas personas de
la villa acudieron a sus gritos de socorro y los raptores tuvieron que desistir
en el intento de secuestro.
Tras lo cual, los Ibáñez de la Rentería , temiendo
represalias de los Adán de Yarza, denunciaron el hecho ante los Reyes Católicos
pidiendo el amparo de los mismos. Vista la denuncia, los Reyes Católicos,
comisionaron al corregidor de Bizkaia para que investigase sobre la veracidad
de los hechos denunciados, identificase a los culpables y, en su caso,
detuviese a los culpables de los hechos denunciados, presentándolos en
Valladolid ante su Consejo para ser juzgados. Finalmente Mª Pérez de Alday se
casó con su prometido Martín Pérez de Ormaegui y tuvieron descendencia.
Rodrigo
Adán de Yarza muere entre marzo y julio de 1485 dejando como heredero en los
solares de Yarza y Zubieta a Francisco Adán de Yarza.
9º-Francisco
Adán de Yarza.- Muerto Rodrigo Adán de Yarza en 1485, comienza una
carrera de obstáculos hasta que su heredero, Francisco Adán de Yarza, se pueda
hacer con el oficio de preboste de la villa de Lekeitio.
Casó
con Juana de Butrón y Villela, hija de Juan Alonso de Muxika y Butrón y de
Mayor de Villela. Fueron hijos de Francisco Adán de Yarza: 1º Milia de Zubieta
casada con Santón de Urquiza; 2º Francisco Abad de Yarza. 3º Martín García Adán de Yarza,
que heredó los solares de Yarza y Zubieta, casado con Ana Pérez Idiaquez y
Lili; 4º Juan López de Yarza; y 5º Lope García de Yarza.
A
veces, el hecho de cubrir la vacante producida en un prebostazgo revistió particulares
dificultades; ello sucede, sobre todo, cuando una familia poderosa desea
retener dentro de su linaje el oficio de preboste de alguna villa y se
encuentra con la oposición cerrada de otros vecinos agrupados en bando, la minoría
de edad del pretendiente a ocupar el oficio etc., ponen en peligro su
pretensión.
Otras
familias, habían conseguido vincular a su linaje la prebostad de las
respectivas villas y algo semejante había intentado en Lekeitio la familia Adán
de Yarza; sin embargo, a la muerte de Rodrigo Adán de Yarza, los reyes
concedieron a Pelayo Zuasti el oficio de preboste de Lekeitio para toda su
vida. Meses después, sin hacer referencia a esta concesión, los monarcas
nombraron para dicho oficio a Pedro de Ibarra, por la muerte de Rodrigo Adán de
Yarza. Se ignora si en la primera concesión hubo protestas del hijo del
preboste muerto, pero esta vez nos consta la queja de Francisco Adán de Yarza,
quien, a pesar de su minoría de edad, se creía con derecho a ocupar el oficio
que dejara su padre. Por lo cual, los reyes, mediante una carta fechada en 13
de diciembre de 1486, ordenaban al licenciado Chinchilla que tuviese embargada
la prebostad de la villa de Lekeitio hasta que se resolviese el conflicto.
Era lo que
ocurría con las mercedes reales de carácter vitalicio, al morir
el beneficiario, la merced concedida volvía a las arcas reales, tras lo cual el
rey podía cedérsela a otro linaje.
Aparte
de la queja de Francisco Adán de Yarza, se produjo un grave incidente tras el
nombramiento de Pedro de Ibarra. Personado en la villa de Lekeitio el
procurador enviado por Pedro de Ibarra, el concejo de Lekeitio le recibió con
insultos, le hicieron desarmar, fue prendido, insultado e intentaron matarle
entre el alcalde Iñigo Ibáñez de Arteita y otros señores del concejo, la
mayoría parientes de la familia Adán de Yarza.
Los
Reyes Católicos resolvieron favorablemente esta protesta de Francisco Adán de
Yarza; esto viene a demostrar cómo en el Señorío pervivieron, a lo largo de este
reinado, los mismos elementos de presión que en el anterior. Los linajes se
ven obligados a seguir prestando servicios y fidelidad a los señores o reyes si
quieren que se les confirmen las mercedes generación tras generación; quedando
de este modo el linaje sometido a los reyes de Castilla. Así, en el caso de
Lekeitio, los reyes acceden a la petición de Adán de Yarza y le ordenan que,
hasta que alcance la mayoría de edad, sea reemplazado en su oficio por un
lugarteniente distinto de Juan de Jáuregui, que temporalmente, ocupaba tal
lugartenencia. Esta sustitución del lugarteniente de preboste la había pedido
Nicolás Ibáñez de Arteita en vista de que el actual, Juan de Jáuregui, amparaba
a los malhechores. Fue necesaria una sobrecarta, de 6 de noviembre de 1488,
para que Francisco Adán de Yarza anulara todo poder y facultad a Juan de
Jáuregui.
Dos meses después, 15 de enero de 1489, el
Consejo extiende una carta a Francisco Adán de Yarza y a sus tutores y
administradores, Martín Ibáñez de Urkiza, Pedro Martínez de Likona y Sancho de
Mallea, para que, durante la minoría de edad de Francisco Adán, use del oficio
de preboste Juan del Puerto, que es uno de los tres hombres nombrados por la
villa de Lekeitio, para que entre ellos escogiesen al que debía de ser lugarteniente
de preboste. En 1487 Sancho Ibáñez de Mallea había actuado de lugarteniente de
preboste en un pleito seguido contra Iñigo de Arteita.
Pero,
Francisco Adán de Yarza, se queja nuevamente, esta vez por la manera en que se
lleva la administración de la prebostad de la villa de Lekeitio, pues, según
él, “las personas que el concejo de la
villa puso para servir en el oficio de preboste entienden en sus haciendas y no
en lo que al dicho oficio toca, antes dejan perder los derechos del oficio y
las penas, setenas y calumnias que le pertenecen, creyendo que se aplica alguna
libertad a la villa actuando así. En realidad lo que quieren es eximirse, en
adelante, de pagar dichos derechos o algunos de ellos; por ello, pide justicia”.
Los reyes mandan al concejo de la villa que consientan a Francisco Adán de
Yarza poner un lugarteniente junto con los colocados por el concejo de
Lekeitio, quienes cobren los derechos y salarios pertenecientes al oficio de
preboste.
Finalmente
el 19 de septiembre de 1493, es confirmado, Francisco Adán de Yarza, en
el oficio de preboste de la villa de Lekeitio, por merced real perpetuamente por juro de heredad para
siempre jamás, pasando a considerarse la prebostad de Lekeitio como divisa propiedad de las casas de Yarza y
Zubieta, propiedad que iría pasando en herencia de un jefe a otro del linaje.
Por cédula
real dada en Medina del Campo el 12 de junio de 1494, a Francisco Adán de
Yarza, como jefe de linaje de los solares de Yarza y Zubieta, se le confirmaron
sus antiguos derechos de patronato perpetuo sobre el monasterio de San Miguel
de Ereño, y la Alcaldía
del Fuero de Vizcaya.
Sin
embargo, Francisco Adán de Yarza, no tuvo problemas para hacerse con todas las
demás mercedes que su padre tenía de los reyes. Así, en 20 de julio de 1485,
los derechos de vasallo mareante de
Bizkaia que había ostentado Rodrigo Adán de Yarza, pasaron, mediante carta
vizcaína, a su hijo mayor Francisco Adán
de Yarza. Asimismo, el 24 de marzo de 1487, como nuevo señor de Yarza,
era confirmado por el rey en sus derechos hereditarios sobre las rentas de
Santa María de Lekeitio, 1/3 de los diezmos, como los tuvieron su padre
Rodrigo, su abuelo Ochoa y su bisabuelo Juan García.
En el
año 1492, hubo entre los solares de Yarza y Arteaga nuevo conflicto, porque los
dos pretendían edificar su propia casa junto al puerto de Ea, lugar que conforme a la carta poblacional de Lekeitio
era linde de la villa y quizá zona ya de
discutible influencia para los Yarza, siendo obligados cautelarmente a la
suspensión de las obras.
Francisco
Adán de Yarza fue paje de la reina Isabel la Católica. Aparece en la
documentación hasta 1544.
10º-Martín
García Adán de Yarza.- Hijo de Francisco Adán de Yarza. También
llamado Martín García de Yarza. Aparece hasta 1565 en la documentación.
Casado
con Ana Pérez de Idiaquez y Lili, hija de Juan Pérez de Idiaquez y Domenja de
Lili, señores de la casa de Lili. Tuvieron siete hijos: 1º Magdalena Adán de
Yarza, heredera de los solares de Yarza y Zubieta; 2º María Adán de Yarza
casada con Santiago de Uribe; 3º Rodrigo Adán de Yarza, casado con María de
Lecaya; 4º Francisco Adán de Yarza, sin descendencia; 5º Martín García Adán de
Yarza, sin sucesión; 6º María Adán, que
murió doncella; 7º Juan Pérez Adán de Yarza, sin descendencia.
En
octubre del año 1525, San Juan de Arrasate, denuncia a Francisco Adán de Yarza
y a sus hijos Martín García y Juan López de Yarza porque, yendo el dicho San
Juan de Arrasate desde la villa de Lekeitio a la anteiglesia de Ispaster salvo
y seguro, el dicho Francisco Adán con dos hombres armados, vino contra él, y
con mucha soberbia, le mando que alzase las armas si quería pasar por la calle,
de lo contrario juraba a dios que no había de pasar por ella sin que le costase
la vida, y por temor a que lo matasen, por fuerza y contra su voluntad, volvió
a su casa para, más tarde, continuar su
camino hacia la dicha anteiglesia.
El dicho
Francisco Adán amenazó a sus hijos con que, si no mataban al referido San Juan de Arrasate no
le heredarían. Pero no pudieron hallar a San Juan de Arrasate hasta tres días
después cuando se encontraba oyendo misa mayor en el coro de la iglesia
parroquial de San Miguel de Ispaster, a donde acudió Martín García de Yarza con
ánimos de cumplir lo mandado por su padre, armado y acompañado de muchas
personas. Y asiendo de los brazos a San Juan de Arrasate le dieron muchos palos
y golpes en la cabeza y por el cuerpo, y una gran cuchillada en la mano derecha
y le habrían matado si no fuera por los sacerdotes que estaban en el altar y
otros que subieron con la cruz al dicho coro. Al fin consiguió zafarse de ellos
con ayuda de unos parientes que le
llevaron a curar las heridas, pero quedó impedido de la mano derecha y no pudo
seguir desempeñando el oficio de sastre.
El 5 de
septiembre de 1526, el Licenciado Francisco Pérez de Robles, juez pesquisidor
por el rey, dio sentencia contra Martín García Adán de Yarza, condenándole a que “siendo preso en qualquiera parte le llevasen
a la carcel, y sacado de halli en un asno, se le quitase la cabeza por el
berdugo en un Cadalso, manifestando sus graves delitos, y los de sus hijos y
consortes por las calles publicas”. No se cumplió la sentencia por ser el dicho
Francisco Adán de
Yarza “preboste y pariente mayor e tener de su mano las justicias”. La
pena de muerte fue finalmente conmutada por el pago de una cantidad de dinero.
En lo
que respecta a los gastos producidos por el juicio, Martín García Adán de
Yarza, es condenado a pagar 300 ducados de oro a la cámara y tesoro público del rey por los gastos causados en las
averiguaciones e informe de sus delitos.
En
concepto de indemnización, Martín García Adán de Yarza, fue condenado a pagar a San Juan de Arrasate 106 ducados de oro por varias
razones: a) por los
gastos de médicos cirujanos, medicinas y cirugías que había sufrido; b) para el
pago de los gastos que había tenido en el viaje que hizo a Sevilla, a la Corte
de Su Majestad, a pedir justicia por los delitos cometidos por Martín García Adán de Yarza contra su persona; c)
por todo lo que había dejado de ganar al no poder hacer uso de su oficio por los
daños sufridos en la agresión. Asimismo, Martín García Adán de Yarza, fue
condenado a pagar, a San Juan de Arrasate, 40 ducados de oro al año, mientras este, sus hijos y su mujer viviesen, para su sustento, por no poder trabajar en su oficio de sastre
por razón de las heridas y mutilaciones sufridas.
En lo que respecta al instigador
del delito, Francisco Adán de Yarza, fue condenado en principio a cuatro años
de destierro y a la pérdida del oficio de preboste. Tras varias apelaciones la
pena se redujo a dos meses de destierro de la villa de Lekeitio; el oficio de
preboste, que a causa del proceso había sido secuestrado juntamente con todos
los bienes de Francisco Adán de Yarza, fue restituido en el linaje Adán de Yarza.
Mientras el oficio de preboste
estuvo retenido, Francisco Adán de Yarza no pudo hacer uso de él ni recibir las
rentas inherentes al cargo. El rey nombró a Juan de la Plaza para ejercer el
oficio de preboste de la villa de Lekeitio mientras Francisco Adán de Yarza cumplía
la pena impuesta. En 1528, Juan de la Plaza, nombró como tenientes de preboste a
Martín Gorria de Loniquiz y Martín de Aldaola. Una vez más, la prebostad de la
villa de Lekeitio se encontraba en manos de personas ajenas al linaje Adán de Yarza.
El
historial delictivo de Martín García Adán de Yarza no terminaba aquí, era mucho
más amplio: había asaltado a Domingo Sáez de Likona con intención de matarle,
dándole una cuchillada en la cara; intentó matar a Sebastián de Likona; le dio
una fuerte paliza a Martín Pérez de Likona con unas cañas; en una procesión que se celebraba en la Iglesia de Santa María de
Lekeitio, atacó con una espada a Juan Iñiguez
de Arteyta; en otra ocasión tomó por la
fuerza a una doncella, hija de la mujer de Ochoa de Gorostiza, por mandato
de su padre Francisco Adán de Yarza, y llevándola a la casa solar de Zubieta la
desposó con un criado suyo; en compañía de otros compañeros asaltaron a Sebastián de
Jauregui; los Adán de Yarza llegaban incluso a amenazar al propio alcalde
García de Ibaseta, el cual reprendió en una ocasión a Martín García, porque
jugaba a juegos prohibidos en la calle, y este le amenazó con matarle.
En
estas mismas fechas el capitán Nicolás de Arteyta litigaba con el señor de
Zubieta por cuestiones de precedencia en el banco principal de la iglesia de
Santa María. Francisco Adán de Yarza declaró en el citado pleito que lo señores
de Zubieta tenían derecho a sentarse en el banco principal de la iglesia junto
con dos o tres personas de su elección. El capitán Arteyta aducía que a su derecho
correspondía el sitio inmediatamente posterior al preboste de la villa.
Finalmente se dictaminó que únicamente ambos ocuparan tal asiento, no
admitiéndose en él otras personas.
En 1565, el Concejo de
Iñaki Madariaga